Hermanos y colaboradores: Nosotros, somos el capital humano más importante de las estructuras de salud que tiene la Orden en el mundo. Todos tenemos necesidades, aspiraciones, expectativas, inquietudes y se requieren programas de estímulo, motivación y formación en valores, para un crecimiento, desarrollo y madurez institucional.
- Hay que dar forma y estructura a la organización
- Caminar hacia un modelo de liderazgo abierto, ampliado, participativo y descentralizado
- Compartir una misión con calidad y excelencia.
- Apoyar el cumplimiento del Plan Estratégico como herramienta práctica
- Monitorizar nuestras resistencias que puedan surgir...
EL PROCESO DE CAMBIO IMPLICA
1. REMOVER: Permitiendo que la vida nos confronte y las necesidades nos sensibilicen, dejando que las estructuras vivan sus propios ajustes de cambio, actuando según los frutos del espíritu: comprensión, servicialidad, generosidad.
2. ACOGER: Las nuevas experiencias, aunque parezcan adversas y contrarias a lo que nosotros queremos, pero, ánimo es el espíritu que inspira, mueve y acompaña a toda la Orden en el mundo. No estamos solos.
3. DIALOGAR: Aquello que nos despierta el cambio; abiertos a compartir los pensamientos, sentimientos y perspectivas; recuperando la esperanza como Familia de San Juan de Dios. Aprendamos a mirarnos las caras con honestidad.
4. CAMINAR: A paso lento y junto al Señor, dejándonos reformar, acompañar, instruir, orientar… Reconociendo que nunca estamos solos porque el espíritu es garantía de la presencia de Dios y su gracia siempre nos fortalece.
5. ACEPTAR: Que nuestra respuesta debe ser personal e institucional, creando condiciones humanas, carismáticas y profesionales que hagan posible un cambio en nuestra mentalidad; aceptando que somos vulnerables y necesitamos aprender unos de otros.
6. PERMANECER: En fidelidad a Cristo desde nuestra consagración y buscando siempre el bien de las personas más necesitadas como lo hizo nuestro fundador “Deja que San Juan de Dios te hable” y “Hagan lo que Él les diga”; éste es el consejo de María.
7. CAMBIAR: Es algo fácil y sólo requiere de tu esfuerzo, como si todo dependiera de ti; compartiendo tus talentos y dejando que Dios haga su voluntad. Es como cuando una semilla se abre o un niño viene a este mundo; en medio de las dificultades hay que aprender a ver la luz; permitiendo que otros nos ayuden a crecer y madurar.